El dolor crónico en el tendón rotuliano, recibe el nombre de tendinopatia.
El tendón rotuliano o tendón patelar forma parte del aparato extensor de la rodilla, junto con tendón cuadricipital y rotula, este tendón es de los más potentes del cuerpo humano, su longitud es de 4-5 cm, su anchura próximamente de 3 cm, y 1 cm de grosor.
El dolor crónico en el tendón rotuliano, recibe el nombre de tendinopatia, el termino de tendinitis hoy día se ha desechado porque casi nunca existe inflamación muy evidente, salvo en algunos casos, la tendinopatia es una patología frecuente en el tendón rotuliano y cuadricipital.
Se presenta con frecuencia en gente joven que practica deporte sobre todo en los que realizan saltos como baloncesto o el voleibol, sin embargo esta afección no es exclusiva de los atletas, la tendinopatia del cuádriceps se presenta también en atletas en la cuarta década de la vida, la tendinitis del tendón rotuliano es más frecuente que la del cuádriceps.
Se produce por una sobrecarga cronica del tendón lo que resulta un micro desgarro y deshilachamento de sus fibras y degeneración focal. Se ha observado que las cargas mayores se ejercen sobre el tendón en el momento de la desaceleración, como sucede al tocar tierra después de un salto o cuando se interrumpe la carrera, durante la actividad de desaceleración es cuando el paciente que sufre la tendinitis experimenta el dolor más agudo.
Dolor localizado en la zona proximal en la inserción del tendón en la rotula (rodilla del saltador), dolor a la palpación del tendón, engrosamiento del mismo y nódulo.
Los síntomas de la tendinosis desaparecen durante el periodo de reposo, pero también reaparecen cuando el tendón es nuevamente sometido a carga.
La gravedad de la lesión se clasifica según la intensidad del dolor, la actividad que la causa y su duración, según estos parámetros se pueden describir cuatro estadios:
Grado I el dolor solo aparece después de practicar deporte.
Grado II dolor al comenzar la práctica del deporte, que desaparece con el calor reaparece con la fatiga.
Grado III, dolor continuo en reposo y en actividad.
Grado IV ruptura completa del tendón.
Se realiza por la exploración clínica, realizaremos radiografías simples de la rodilla para ver la morfología y posición de la rotula, en la ecografía, apreciamos el engrosamiento y la tumefacción son exclusivos de las formas agudas; la Resonancia magnética nos indicara si existen lesiones intra articulares asociadas.
Cuando la lesión es de varios meses en la ecografía se aprecian estructuras tendinosas heterogenia con zonas hipoecoicas, que corresponden con edema y cicatrices fibrosas y calcificaciones intratendinosas.
Cuando la envoltura tendinosa esta engrosada y presenta un contorno mal definido, el tendón presenta una aspecto heterogéneo pero no está tumefacto, estos signos sugieren progresión hacia la fase cronica.
El tratamiento en un principio debe de ser conservador consistente en crioterapia, realizar ejercicios excéntricos, además de estiramientos destinados aumentar la longitud en reposo de la unidad tendón musculo y a reducir la tensión sobre el tendón, se debe de realizar ejercicios todos los días al menos durante 6 semanas. Si a las seis semanas obtenemos mejoría la frecuencia de las sesiones de estiramiento se pueden ir reduciendo de forma gradual, pero sin interrumpirlas.
El programa de entrenamiento se divide en cinco fases:
Si el tratamiento se aplica correctamente, la curación prácticamente se consigue casi en la totalidad de los casos, si hay algún caso resistente a este tratamiento se pude asociar con terapias más agresivas como las ondas de choque o EPI, combinadas con los ejercicios excéntricos.
Cuando todos los tratamientos conservadores y la fisioterapia bien dirigida han fracasado, no antes de seis meses, está indicada la intervención quirúrgica, es aconsejable antes de realizar la misma realizar una artroscopia de la rodilla para confirmar que no existe otra causa del dolor anterior de la rodilla.