Es una rotura total o parcial de un tendón.
La tendinopatia se define como una enfermedad de la estructura tendinosa, fundamentalmente de la estructura intratendinosa.
La patología de las lesiones tendinosas es una entidad cada vez mejor conocida, el tendón se encuentra sometido a considerables fuerzas mecánicas, las lesiones que se producen en los tendones son el resultado de la suma de múltiples micro traumatismos.
El tendón es una estructura anatómica, compuesto por paquetes de fibras de colágeno que conectan el musculo al hueso, (si la conexión fuera de hueso a hueso se llamaría ligamento), por tanto su función mecánica es transmitir la fuerza que realiza el musculo al hueso para de este modo mover la articulación.
Las lesiones tendinosas más conocidas son las del manguito de los rotadores en hombro, del tendón rotuliano, tendón de aquiles, luxación del tibial posterior o estenosis del canal carpiano, la aparición de lesiones en estos tendones es proporcional a la fuerza aplicada.
Las lesiones tendinosas son muy frecuentes en la práctica deportiva, su incidencia es de entre un 30-50% de todas las lesiones deportivas, la prevalencia es de un 14% en los deportistas de elite, siendo el tiempo de recuperación en las lesiones agudas de 3-6 semanas y en las crónicas de 3-6 meses, cerca del 50% de las lesiones del deporte son secundarias a la sobrecarga por micro traumatismo repetitivo, que producen un daño en los tejidos blandos.
Desde el punto de vista anatomopatologico las tendinopatías las podemos clasificar en:
Los signos clínicos objetivos son muy generales: dolor, eritema, edema, atrofia del tejido celular subcutáneo, crepitación tendinosa al realizar la movilidad etc.
El interrogatorio y el examen clínico son fundamentales para establecer el diagnostico, localización del dolor y forma de inicio, se indicara la naturaleza, calidad e intensidad del entrenamiento, el tipo de deporte y el horario, ritmo y evolución del dolor.
El diagnóstico de las lesiones tendinosas se realiza principalmente por una exploración clínica minuciosa, nos podemos ayudar de estudios radiográficos y de la ecografía que constituye un método sin irradiación y no agresivo. La ecografía está adaptada a la exploración de los tendones y uniones tenomusculares así como a los tejidos circundantes.
La Resonancia magnética nos permite un análisis minucioso de todos los elementos constitutivos del complejo musculo tendinoso, la inyección de gadolinio realza los elementos adyacentes y permite identificar más sutilmente los tejidos blandos.
El escáner es una técnica que bien realizada permite visualizar una fisura intratendinosa, asociada o no a la hipertrofia de la bolsa serosa peri tendinosa.
En las tendinopatías es muy importante la educación sanitaria, las medidas preventivas en el desencadenamiento de las mismas, la actividad física nunca se debe de realizar con dolor, el dolor es una señal que nos avisa de que el cuerpo está sufriendo rechazando una determinada actividad porque le está haciendo daño. Por tanto una actividad con dolor es una actividad lesiva durante el entrenamiento.
Otra circunstancia desde el punto de vista de la educación sanitaria es que cuando el paciente presenta una lesión, un dolor o un síntoma o signo que pueda ser condicionado por una patología, lo primero que hay que hacer es realizar un diagnostico preciso y correcto y posteriormente hacer indicación del tratamiento.
En las tendinopatías mecánicas siempre se opta por un tratamiento médico que asocia corrección del trastorno mecánico con administración de antiinflamatorios no esteroideos.
La fisioterapia con diferentes técnicas también es utilizada, la aplicación de estiramientos es motivo de controversias en la forma de ejecutarlos y en el momento del entrenamiento.
La aplicación de ondas de choque promueve los procesos inflamatorios y catabólicos, están asociadas a la eliminación de los constituyentes dañados de la matriz extracelular de las tendinopatías.
La aplicación de ejercicios excéntricos conjuntamente con terapia laser, puede ser beneficioso.
La tendinopatia podemos considerarla como una enfermedad más que como una lesión, es enfermedad porque perdura en el tiempo y se autogenera y se retroalimenta, dentro de las múltiples opciones farmacológicas todavía no está claro cuál es la mejor opción terapéutica.
Entre los fármacos que producen la mejoría de la lesión intratendinosa están todos aquellos con componentes de fibras de colágeno, de glucosamina y de proteoglicanos.
Durante mucho tiempo se han usado inyecciones de glucocorticoides con y sin ejercicio añadidos, pero no se ha visto mayor mejoría que con solo el ejercicio.
Cuando fracasan los tratamientos médicos y de fisioterapia podemos hacer uso del tratamiento quirúrgico, siendo este diferente para cada tipo de lesión.