Es un espacio osteofibroso inextensible de forma ovalada.
El síndrome del túnel carpiano se define como la compresión del nervio mediano a nivel de la muñeca.
Sus paredes dorsales y laterales se hallan formadas por la concavidad de los huesos del carpo (canal carpiano) y su pared anterior por el retinaculo flexor, quedando así constituido el túnel de las paredes inextensibles, por el que transcurre el nervio mediano y los nueve tendones flexores de los dedos.
Cualquier patología que produzca edema en esa estructura dará lugar al síndrome del nervio mediano o del túnel carpiano.
Existen varias desencadenantes como son: conectivopatias, artritis micro cristalinas, metabolismo endocrino, laborales (peluqueras, carniceras, cocineras, empleadas hogar) entre las lesiones ocupantes del espacio tenemos: quistes sinoviales, hemangiomas, lipomas etc.
Su prevalencia es de 20 por 100.000 habitantes y 0,6% hombres frente al 8% en mujeres.
Se presenta por alteraciones de la sensibilidad espontanea en forma de hormigueos, quemazón, entumecimiento, hipoestesia o dolor en el territorio inervado por el mediano, cuando su evolución es larga pueden aparecer atrofias musculares e imposibilidad de realizar actividades minuciosas, como enhebrar una aguja, abrocharse un botón etc.
Se debe de realizar fundamentalmente por la clínica, se realizan los signos de Phalen y Tinel, prueba de compresión directa sobre el nervio, y la posterior confirmación mediante la electromiografía, sin embargo está sometida a posibilidades de error, cuando la ENMG es normal y los signos y síntomas no son concluyentes debe de recomendarse un periodo de observación ,hasta que existan indicios determinantes de STC, por el contrario con signos clínicos dudosos y la ENMG positiva la cirugía está justificada realizarla.
Mantendremos en principio la muñeca en extensión con una férula nocturna durante tres semanas, asociada a antiinflamatorios no esteroides, con este tratamiento se suele obtener una buena respuesta pero son frecuentes las recidivas, podemos utilizar las infiltraciones nunca más de cuatro al año, deben de realizarse por dentro del tendón del palmar mayor, nunca a través del tendón por el riesgo de rotura del mismo.
Si no existe respuesta con estos tratamientos debe de valorarse el tratamiento quirúrgico, el cual resulta imprescindible cuando existen signos objetivos de neuropatía deficitaria en el EMG. Consiste en la apertura del Ligamento anular del carpo, con resultados buenos en el alivio de la clínica.