Es la rotura de alguno de los músculos que lo forman como son: subescapular, supraespinoso, infraespinoso y redondo menor, así como por sus tendones asociados.
Su función consiste en rotar el brazo para proporcionar estabilidad articular al hombro, junto con los restantes músculos, tendones y ligamentos, de esta forma contrarresta la acción del deltoides que tiende ascender el humero estabilizando la articulación del hombro.
Tenemos intrínsecas y extrínsecas, entra las primeras tenemos la vascularización del mismo, esta disminuye con la edad, esta disminución del aporte sanguíneo contribuye a la degeneración y rotura del tendón.
Entre las causas extrínsecas se ha implicado el factor mecánico y podemos destacar varias entre las más conocidas tenemos: roce del manguito con el acromion en los movimientos de abducción, presencia de osteofitos en el acromion o clavícula, engrosamiento del ligamento coracoacromial o de la bursa subacromial, la morfología del acromion, los micros traumatismos repetidos.
Dolor localizado en la cara anterior y lateral del hombro, el dolor es constante y grave y empeora con la abducción y la rotación externa del hombro, es frecuente la dificultad para dormir, el paciente no levanta el brazo por encima del nivel del hombro.
La clínica con las pruebas complementarias, se realizara radiografía simple del hombro en la cual podemos evidenciar signos indirectos de patología del manguito como calcificaciones degenerativas en el tendón, escotadura en el troquiter, quistes óseos subcondrales en la cabeza humeral, ascenso de la cabeza humeral etc.
La ecografía realizada por radiólogos expertos tiene una fiabilidad similar al de la resonancia magnética.
En la actualidad la resonancia magnética es la prueba de elección en las roturas del manguito, nos permite identificar factores de mal pronóstico como son la retracción tendinosa, la atrofia muscular, la infiltración grasa del vientre muscular, así como las lesiones asociadas en la articulación glenohumeral.
La artroresonancia ha mejorado la diferenciación entre cambios degenerativos intratendinosos, roturas parciales y roturas totales.
En principio conservador para las roturas parciales e incluso es efectivo en algunas roturas totales.
El tratamiento conservador consiste en reposo, analgésicos, antiinflamatorios y fisioterapia precoz. Este tratamiento conservador tiene peores resultados en pacientes con larga duración de los síntomas y con roturas mayores de 3 cm.
Las inyecciones de corticoides subacromial en las roturas del manguito son perjudiciales ya que inhiben la síntesis del colágeno, produce atrofia tendinosa y disminuye la capacidad intrínseca de reparación del tendón lesionado.
El quirúrgico está indicado en roturas que no responden al tratamiento conservador, que provocan dolor, debilidad, perdida de movilidad y limitación funcional, el objetivo del tratamiento quirúrgico es la reinserción del manguito en la cabeza humeral.
No todas las roturas del manguito rotador deben de ser intervenidas, en la gran mayoría de los casos se inicia un tratamiento conservador, salvo en las roturas causadas por un traumatismo agudo con gran debilidad, o de tamaño superior a 3 cm, en ellas se debe aplicar un tratamiento quirúrgico precoz.
La reparación puede realizarse por técnicas artroscopicas o abiertas, Las técnicas artroscopicas tienen unos resultados similares a la cirugía abierta, pero tiene las ventajas de menor dolor postoperatorio, menor rigidez, menor pérdida de sangre, Por el contrario la incidencia de re roturas cuando la rotura inicial es mayor de 3 cm es mayor en la cirugía artroscopica que en la cirugía abierta.